Durante la infame década de los 90 donde el estado argentino renunciado al ejercicio de la soberanía que le es inherente , actuó subordinado a los centros del poder económico , cumpliendo el rol de ejecutor de las politicas de destrucción del aparato productivo y como agente catalizador de su mismo desguace.
En ese proceso brutal de transferencia de recursos generadores de riqueza , fue privilegiada la relación con el reino de España en una actitud de sometimiento sólo comparable con la existente a principios del siglo XIX antes de los comienzos de la gesta emancipadora.
Fue así como empresas estatales españolas o de capitales privados de el mismo origen adquirieron a precio vil a empresas estatales argentinas , siendo los casos paradigmáticos YPF y Aerolíneas Argentinas , envueltas desde ese mismo momento en múltiples escándalos relacionados con el vaciamiento de las mismas ,en una política de maximizacion y transferencias de utilidades a su casa matriz o grupos controlantes en el exterior.
Ya sabemos como finalizó la historia con Aerolíneas Argentinas y en estos dias YPF recorre un camino similar.
Los argentinos hemos tenido que soportar la insolencia y los permanentes desplantes de la empresa que pretende imponer sus criterios contra los intereses nacionales , tan acostumbrados están a sus prácticas colonialistas que no han advertido el cambio de la situación marco , con una falta de reflejos y con la miopía del que se cree fuera del alcance del poder del estado.
En ese proceso brutal de transferencia de recursos generadores de riqueza , fue privilegiada la relación con el reino de España en una actitud de sometimiento sólo comparable con la existente a principios del siglo XIX antes de los comienzos de la gesta emancipadora.
Fue así como empresas estatales españolas o de capitales privados de el mismo origen adquirieron a precio vil a empresas estatales argentinas , siendo los casos paradigmáticos YPF y Aerolíneas Argentinas , envueltas desde ese mismo momento en múltiples escándalos relacionados con el vaciamiento de las mismas ,en una política de maximizacion y transferencias de utilidades a su casa matriz o grupos controlantes en el exterior.
Ya sabemos como finalizó la historia con Aerolíneas Argentinas y en estos dias YPF recorre un camino similar.
Los argentinos hemos tenido que soportar la insolencia y los permanentes desplantes de la empresa que pretende imponer sus criterios contra los intereses nacionales , tan acostumbrados están a sus prácticas colonialistas que no han advertido el cambio de la situación marco , con una falta de reflejos y con la miopía del que se cree fuera del alcance del poder del estado.
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